Este tipo de gimnasia tiene como finalidad lograr equilibrar el aspecto físico, el psicoemocional y el espiritual. Por ello, es normal sentirse muy calmada y relajado tras su práctica. El Qi Gong se realiza a través de movimientos lentos y controlados que no requieren un esfuerzo muscular elevado. Se deben hacer lo más relajadamente, tomando consciencia de cada movimiento y manteniendo un eje principal centrado en la respiración.
Sus beneficios terapéuticos son muy variados y puede practicarse en cualquier edad. Aumenta la capacidad de prestar atención, mejora la relajación y nos ayuda a controlar mejor las emociones. Además, tonifica los músculos, fortalece los ligamentos, los tendones y las articulaciones, aumentando también nuestro sistema de defensas y mejorando la salud de la persona que lo practica.
SUS DIFICULTADES:
La práctica del Qi Gong no es difícil. Por mi experiencia, lo más difícil es eliminar esos malos vicios que hemos ido acumulando durante todo el tiempo y que dificultan su práctica. Vivimos todo el día en tensión, ansiosos y con miedo. Como si cualquier cosa terrible nos fuera a suceder en cualquier momento. Hemos aprendido a vivir con una coraza a nuestro alrededor, desconfiando de los demás y permaneciendo en un estado de alerta continuo. Todo ello, es contrario al Qi Gong. Que mantiene una forma libre, calmada y centrada en nuestro alrededor. Abiertos al mundo sin temor, y adaptando cada movimiento con fluidez y sin temor.
Con los años, me he dado cuenta de que lo más difícil es ir soltando esa mochila de prejuicios que todos cargamos sobre nuestras espaldas, más que el hecho de aprender nuevas formas de vida más saludables para nosotros. Así que, si quieres aprender a relajarte y disfrutar del Qi Gong, primero deberás aprender a soltar esa mochila llena de estupideces...
La importancia de respirar correctamente:
El aire que respiramos constituye nuestro Chi. Es aquel que empuja y nutre la sangre, y por ello es tan importante mantener una respiración correcta. Pero no sólo durante la práctica de Qi Gong, sino durante toda la vida. Nuestras emociones modifican de forma inconsciente nuestra forma de respirar. Por ejemplo, cuando uno tiene miedo, la respiración se hace corta y concentrada; y cuando una está contento es más amplia y abundante...
El principio, la respiración debe ser normal, sin intentar modificar el ritmo respiratorio. Al inspirar debemos imaginar el Qi del aire entrar por la nariz, sentir como desciende por el interior del tórax hasta llagar a nuestro vintre (Dan Tian). Evidentemente, el aire que respiramos no llega al intestino, pero sí que debe dar la sensación de llenar la zona media de nuestro cuerpo. A este tipo de respiración, la llamamos respiración abdominal. En la expiración, en cambio, debemos sentir el Qi realizar el movimiento inverso.
Se aconseja practicar esta respiración hasta que uno la tenga controlada, antes de empezar a trabajar los ejercicios de Qi Gong.
LA POSTURA DEL ÁRBOL:
Es una de las posturas más sencillas cuando hablamos de Qi Gong estático. Se trata de ponerse de pie, con los pies bien apoyados en el suelo, con las piernas separadas a la distancia de los hombros y las rodillas un poco flexionadas. La espalda debe estar recta, y los brazos abiertos en semicírculo, como si estuvieras abrazando un árbol. Permanece así durante al menos cinco minutos (para empezar es más que suficiente) y hazlo todos los días. Verás como te llenas de vitalidad, con más energía y, con el tiempo, irás ganando fortalece física.
Este ejercicio tiene más variantes que lo hacen más complejo y efectivo. Pero es importante empezar por lo básico, para ir ampliándolo con el tiempo.
Ejercicios: El querer abarcarlo todo:
Hay cientos de ejercicios en Qi Gong. De hecho, cada escuela tiene los suyos. Yo llevo más de treinta años haciendo Qi Gong y sigo practicando los ocho movimientos clásicos de toda la vida. Y, aunque es cierto que practico otros de vez en cuando, no intento aprender muchos de nuevos. Y eso es algo que debemos entender. Hay muchas personas que quieren conocer todos los secretos del Qi Gong, y empiezan a practicar todos los ejercicios y a aprender todas las técnicas de todas las escuelas habidas y por haber. Desde mi punto de vista, eso es un tremendo error. Hay que aprender las bases bien. A respirar, y a practicar con ejercicios simples que, con el tiempo, se irán complicando a medida que los vamos saboreando mejor. No es la cantidad de ejercicios que hagamos lo que nos va a dar salud y beneficio, sino la calidad de estos.
LAS OCHO JOYAS:
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TENDONES Y LIGAMENTOS:
Una vez conocemos la técnica y nos hemos identificado con la respiración y el fluir del Qi, podemos usar el Qi gong para la finalidad que más nos interese: tratar el Qi en general, armonizar los órganos a traves del Qi Gong y el sonido curativo (técnica que explica muy bien Mantak Chia), trabajar tendones y ligamentos, o practicar un Qi Gong interno. En este vídeo, te muestro un buen ejemplo de Qi Gong para los tendones y ligamentos.
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¿Cómo puedo aprender Qi Gong?
Debes encontrar un buen profesor. Hoy en día, hay gente que enseña Qi Gong por todas partes y que no profundiza en su raíz. Personalmente, he aprendido lo poco que sé de Qi Gong con personas como Yves Réquéna o Mantak Chia que me han aportado muchos conocimientos. Recuerda: debes encontrar el tuyo siempre a través de la práctica y del buen uso del sentido común. Y con el tiempo, tu salud te lo agradecerá.
Xavier Turell Nebot
Qi Gong - Chi Kung
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