Sociedad

08 / Marzo / 2022

Cuando uno observa nuestra sociedad se da cuenta de que dista mucho de un estado de calma y felicidad. En realidad, como acupuntor y apasionado de los textos clásicos, me viene siempre a la memoria un pasaje de Chuang Zi que dice:

«Las manos y los pies tienen tareas diferentes; las cinco vísceras tienen tareas diferentes. Nunca se asocian entre sí, sino que los cientos de pares [del cuerpo] se juntan con ellas en una unidad común. Por tanto, se asocian en no asociación. Nunca se fuerzan a sí mismos a cooperar y, no obstante, con y sin, todos se completan entre sí. La cooperación de los componentes del organismo no es, por tanto, forzada, sino absolutamente espontánea, incluso involuntaria».

Si nuestra sociedad tuviera la sazón suficiente como para observar la naturaleza y aprender de ella, si pusiera en práctica lo aprendido a favor de uno mismo y del bien común, nuestra sociedad sería muy distinta. Nuestra mirada debe ir más allá del individualismo. Debemos ser eficientes por nuestro bien, y por el bien de los demás.



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