memoria

06 / Febrero / 2022

C ada vez veo a más personas preocupadas por su memoria. Envejecemos con los años y van aflorando aquellos sentimientos de debilidad que nos trastornan en alguna u otra medida. También solemos asociar con demasiada rapidez la falta de memoria con enfermedades como el Alzheimer o algún tipo de posible demencia.... ¿Debemos preocuparnos? ¿Qué podemos hacer?

El ácido docosahexaenoico (DHA) que encontramos en el omega-3 es indispensable para cuidar nuestro cerebro. Alimentos como las nueces, el aceite de lino virgen de primera presión en frío o las semillas de lino molidas, nos ayudarán en la formación de DHA. Así mismo, el aceite de oliva virgen extra, los aguacates, las aceitunas, nos ayudarán a que las membranas de nuestras células cerebrales se mantengan en buen estado. De hecho, todos los alimentos ricos en vitamina E son muy antioxidantes y reducirán el posible daño que causan los radicales libres en las neuronas. Tomar alimentos como la yema del huevo, la lecitina de soja, el mijo, el brócoli, las semillas de sésamo o la quinoa, también son una buena opción.

Las vitaminas del grupo B nos ayudan a que nuestro sistema nervioso central se encuentre en buen estado. En concreto la vitamina B12, esencial para prevenir la pérdida de memoria. El arroz integral, la avena, los garbanzos o los pistachos son ricos en vitamina B6, también muy importante.

Las proteínas nos ayudan a formar mensajeros neuronales: legumbres, frutos secos, semillas, etc.

Las hortalizas y las frutas frescas son muy antioxidantes, actúan como agentes antiinflamatorios y contrarrestan la oxidación. Alimentos ricos en vitamina C o el té verde son una muy buena opción.

Finalmente, debo recordarte que es muy relevante saber gestionar correctamente tus niveles de estrés, así como dormir las horas adecuadas según tu actividad. Y es importante que comprendas que el cuerpo humano se adapta a las circunstancias y que si no usas tu memoria para nada, lo lógico es que tu cerebro vaya eliminando poco a poco toda aquella información que no te es necesaria. Es decir: si no te acuerdas de hacer una raíz cuadrada a los 50 años, llevas 30 sin hacer ninguna, y a los 20 años las hacías con los ojos cerrados, el hecho de haberlo olvidado es completamente normal.




Medicina China:

Una nueva visión sobre la memoria...

La neurociencia distingue dos tipos distintas de memoria: la explícita y la implícita. La memoria explícita es la responsable de recordar aquellos sucesos del pasado. Es decir, de recordar lo que hicimos hace dos meses, de lo que comimos la semana pasada, etc. Para la Medicina Tradicional China, el buen funcionamiento del Corazón (la mente), de los Riñones (la memoria) y el Bazo es fundamental para este tipo de memoria. En cambio, la memoria implícita es la que nos permite recordar cómo montar en bicicleta o tocar un instrumento. Este tipo de memoria necesita un registro neuronal distinto, y según la Medicina China depende exclusivamente del Qi de Corazón (Shen).

Es por eso que cuando queremos mejorar la memoría de los episodios del pasado tratamos el Corazón y el Riñón, cuando queremos mejorar los hechos pasados tratamos al Bazo, y cuando queremos tratar las tareas que hacíamos tratamos exclusivamente al Corazón. La acupuntura, la moxibustión y la fitoterapia son cruciales en todos estos aspectos para poder mejorar nuestra memoria.



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