fibras musculares

26 / Febrero / 2022

Nuestras fibras musculares están compuestas de proteínas como la actina, la miosina, la tropomiosina, la mioglobina, etc. Las contracciones que realizamos durante todas nuestra vida (concéntricas, isométricas o excéntricas), se producen gracias a este tipo de proteínas. Además, hay dos tipos de fibras: las blancas y las rojas. Las fibras rojas (tipo 1) tienen una velocidad de contracción lenta y una gran resistencia aeróbica. Es decir, pueden mantener su actividad durante un tiempo más prolongado. Actividades como la natación, al ciclismo y el atletismo nos ayudan a tener más resistencia muscular.

Por otro lado, las fibras blancas (tipo 2) se basan en una resistencia anaeróbica y están especializadas en realizar grandes esfuerzos durante un breve período de tiempo. Son estas fibras precisamente las que causan una mayor acumulación de ácido láctico en las articulaciones haciendo que nos fatiguemos antes.

Los desgarros musculares suelen encontrarse más en las fibras musculares blancas que en las rojas, extendiendo la lesión al tejido conectivo o a los vasos sanguíneos que rodean la zona afectada. Cuando los desgarros son débiles (grado 1), y tras haber hecho un breve período de reposo, los masajes serán sin duda de una gran ayuda para recuperar la movilidad y la buena forma.

Haz ejercicio. Calienta y estira la musculatura antes de y después de practicar cualquier deporte. Hidrátate y cuida tu alimentación. Visita a tu masajista de confianza de vez en cuando... De esta forma evitarás cualquier tipo de lesión.



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