Menopausia | Descripción y síntomas

Una nueva etapa en la vida de la mujer



menopausia
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La menopausia es el nombre que recibe el cese de la menstruación. La palabra deriva del griego men (mes, menstruo) y pausis (pausa) y, aunque durante muchos años ha estado llena de interpretaciones negativas, siendo considerada la «enfermedad de insuficiencia de estrógenos», empezamos a comprender que no se trata de tal enfermedad. La menopausia es una fase más en la vida de la mujer, y quizá sea la más interesante de todas.


Sobre la menopausia

Hubo una época donde la menopausia se consideraba una patología, nada más lejos de la realidad.

Joan Borysenko suele decir que entre los 42 y los 49 años la mujer suele afrontar la vida con más facilidad, siendo capaz de expresarse sin tapujos, de decir la verdad y deja de pedir disculpas a los demás por cualquier cosa. Busca cierta paz mental que suele conllevar distintos cambios en sus vidas: fin a matrimonios, aventuras amorosas, puede que el marido quiera abandonarla o sencillamente que decida cambiar de trabajo. En la mayoría de los casos el cambio no es tan drástico, claro, pero siempre se encuentra la necesidad de aclarar ideas con el fin de sentirse mejor.

Entre los 49 y los 55 años, los cambios hormonales van a estar en plena actividad y la mujer necesitará apoyo para afrontarlos hasta que haya un equilibrio hormonal y, es entonces, donde se sienten más libres para dedicarse a sus intereses creativos y actividades sociales.


Ante todo, debe quedar claro que referirse a la menopausia como un desajuste o enfermedad que provoca pechos y órganos genitales «atrofiados» o «marchitados» que gradualmente se convierten en «seniles», no es una buena definición de lo que está sucediendo en realidad.


¿EL FIN DEL MUNDO?
acupuntura
Muchas mujeres piensan que la única solución para no perder su atractivo ante los hombres, para volverse frágiles, es tomar la terapia hormonal sustitutiva, pero los últimos estudios demuestran que no tiene porqué ser siempre así. En realidad, muchas de esas recaídas vienen dadas debido a la información que nos dan y de cómo la aceptamos. Cumplir los 60 y comprobar cómo tu buzón está lleno de propaganda sobre audífonos, pañales para la incontinencia o soluciones milagrosas para la mala visión, es algo que no ayuda. Por eso, lo primero que hay que hacer es invertir esa negatividad y mirar hacia el futuro positivamente.


¿Qué conlleva la menopausia?

Los cambios suelen ser graduales y se alargan con el tiempo

útero
La mujer menopáusica tiene principalmente una insuficiencia de estrógenos a consecuencia de un fallo ovárico, cierto, pero hay que matizar. Los ovarios no producen solamente estrógenos, también producen andrógenos y testosterona. Los andrógenos, que están relacionados con la líbido, además del bienestar general, pueden actuar como estrógenos débiles y también como precursores para la producción de dichos estrógenos. Los andrógenos también se forman en las glándulas suprarrenales, la piel, los músculos, el cerebro y la glándula pineal.

Además, se ha comprobado que cuando una mujer sana tiene la menopausia, aumenta la cantidad en estos otros lugares, compensando la deficiencia que hay en los ovarios. Esto tiene una relación directa con la visión que se tiene en la Medicina Tradicional China, cuando se insiste en la tonificación de los riñones y en conservar su "esencia". La mayoría de mujeres que sufren sofocos, etc. dependerá del agotamiento crónico de los recursos metabólicos durante los primeros años de la menopausia, dependiendo del vigor (chi) de las glándulas suprarrenales y del estado de nutrición general.



Síntomas de las glándulas suprarrenales

La importancia de tonificar el riñón.

Cuando la mujer llega a la menopausia con un agotamiento emocional y nutricional que afecta a las glándulas suprarrenales, podría necesitar tomar el apoyo de hormonas, así como de una buena nutrición para recuperar su estado emocional hasta restablecer su equilibrio endocrino.
A continuación, os expongo los síntomas más comunes de las glándulas suprarrenales:

 Al despertar, la mujer tiene una sensación de aturdimiento y le cuesta salir de la cama.
 No puede ponerse en marcha sin tomar una o dos tazas de café.
 Durante el día, necesita tomar algún tentempié o cafeína para aguantar.
 De noche, aun estando agotada, tiene dificultad para dormirse.
 Su cabeza no para de dar vueltas a las preocupaciones.


En estos casos, se dice que las glándulas suprarrenales están agotadas, aún saliéndole todos los análisis en perfecto estado. La explicación a todo esto es que no estamos hablando sólo de una deficiencia fisiológica que la medicina occidental no contempla como grave, sino que hablamos en términos energéticos: Insuficiencia Yang de riñón, etc.., manifestando sus síntomas en lo que acabamos de decir.

La disminución suprarrenal también va acompañada de: dificultad para pensar con claridad, insomnio, hipoglucemia, depresión, mala memoria, dolores de cabeza, ansias de comer cosas dulces; y lo más importante: ¡ESTO VALE TANTO PARA MUJERES COMO PARA HOMBRES!



La DHEA y el cortisol

El sistema hormonal de las glándulas suprarrenales

Las principales hormonas producidas por las glándulas suprarrenales son las siguientes: la adrenalina, el cortisol y la deshidroepiandrosterona (DHEA). En circunstancias normales, la DHEA invierte en muchos de los efectos nocivos del exceso de cortisol, así que un desequilibrio entre los niveles de DHEA y cortisol pueden causar muchos síntomas menopáusicos. Para comprovar el estado de la DHEA y del cortisol, es adecuado pedir un análisis llamado: Índice de Estrés Suprarrenal o Perfil Suprarrenal Temporal.

Para aumentar el índice de DHEA se han hecho estudios con personas que han usado la técnica del pensamiento, es decir, «pensar con el corazón». Aquellas personas que cuando tienen cierto estrés son capaces de detener su actividad durante unos segundos, concentrar su mente en su corazón, hablarle con calma, abrazarlo mentalmente, etc. aumentan el DHEA. Si queréis pensar que se trata de un efecto placebo me parece muy bien, pero hacedlo, porque la ciencia corrobora los beneficios, aunque no los entienda...

Es importante dormir las horas necesarias, evitar el azúcar, la cafeína o la comida basura. La ingesta de vitamina C logra estimular las glándulas suprarrenales, y tomar todo el conjunto de vitaminas B es también una buena idea. Cuando el cortisol es elevado, aumenta la excreción de magnesio por la orina, por eso, cuando alguien está en un estrés continuo tiene falta de magnesio. ¡Además cabe señalar que el magnesio contribuye a la producción de DHEA! También la toma de eleuterococo o ginseng siberiano es beneficioso para las glándulas suprarrenales.


¿A qué edad empieza la manopausia?

El inicio de la menopausia varia de una mujer a otra

mujer adulta
La edad promedio de la menopausia varía entre los 45 y los 55 años, y el climaterio suele durar entre seis y trece años. Para certificar la llegada de la menopausia se realizan análisis de sangre y se comprueban los niveles de las gonadotropinas (LS o FSH). La doctora Christiana Northrup considera que estos índices no son una firme sentencia de que las mujeres tengan la menopausia, pues pueden dejar de tener la regla durante varios meses y tenerla más adelante, aumentando las cantidades de LS y FSH otra vez e incluso, ¡quedar embarazadas!

Entre los 40 y 45 años es preferible realizar un perfil hormonal para poder conocer los niveles hormonales de cada mujer. Así será mucho más fácil formular un programa sustitutivo hecho a la medida de cada persona. Aún así, hay que señalar que falta mucho para comprender cómo se metabolizan las hormonas en nuestro cuerpo.



Estudios

Premarin fue la primera forma de terapia de estrógenos, introducida en 1949. Su fórmula: una combinación de más de 20 estrógenos equinos conjugados hechos de orina de yeguas preñadas. Se dio hasta los años noventa, cuando la empresa Wyeth-Ayerst, fabricante de la misma, realizó el estudio "Women's Health Initiative" (WHI), cuya finalidad era demostrar que el Premarin salvaba vidas, a la vez que hacía disminuir los índices de ataque al corazón, etc. Pero en 2002 se interrumpió el estudio al comprobar que en realidad aumentaba el riesgo de padecer ataques al corazón, de un accidente cerebrovascular, de cáncer de mama, Alzheimer y demencia.

Un estudio publicado el año 2003 en Bone concluyó que la pérdida de masa ósea tras dejar el TSH era mayor que la de las mujeres que nunca habían seguido una terapia hormonal. Un estudio publicado en 2003 en Menopause concluyó que la TSH aumenta la probabilidad de formación de cálculos biliares. El mismo año, en Maturitas, se concluyó que la toma de la TSH podría producir más osteoartritis.

Hay estudios que han demostrado que la TSH se asocia con un aumento del asma. Tampoco es recomendable en mujeres diabéticas, o en personas que consumen cafeína. El New York Times publicó el año 2003 un artículo de Lawrence Altman, quien decía que muchos médicos y la industria farmacéutica fomentaron la terapia hormonal a pesar de la falta de pruebas en los análisis clínicos.

En estos momentos, no hay ningún estudio a largo plazo de grandes grupos de mujeres que hayan recibido terapia con dosis fisiológicas de hormonas equilibradas y, de momento, el estudio (WHI) es la última palabra en terapia hormonal sustitutiva.


Aún así, cuando tengas que tomar hormonas, pregúntale a tu médico sobre las hormonas bioidénticas. Aunque todavía no hay demasiados estudios realizados todo apunta que son mejores que las hormonas sintéticas que se dan en la actualidad (aunque algunos las llamen "naturales", evitando al menos los conocidos efectos secundarios. Claro que, al ser "Bio", las farmacéuticas no pueden obtener su patente, por lo que poco avance parece que vayan a tener...



SÍNTOMAS DE MENOPAUSIA
acupuntura
Para aliviar o eliminar los sofocos, hay que dejar de tomar vino, azúcar, productos refinados de harina blanca y café. Tomar vitamina E y bioflavonoides cítricos con ácido ascórbico. También se pueden tomar las semillas de lino y el aceite de pescado por su cantidad de omega-3. La toma de fitoestrógenos también son indicados: anacardos, cacahuetes, avena, manzanas o almendras; y la soja en forma de productos Revival (creo que en España no existe). Respecto a la toma de infusiones es recomendable la cimicifuga, que puede comprarse en farmacias con el nombre de Remifemin. El sauzgatillo, el eleuterococo, el dong quai son también hierbas apropiadas. No cabe decir, que hay que consultar siempre con el médico antes de tomarlas. Si se toman, se nota la mejoría al cabo de 4 o 6 semanas. Recuerda que no todos los sofocos son debidos a una disminución de estrógenos, también pueden causarlos el hipertiroidismo, el consumo de alcohol y la diabetes no controlada.



Osteoporosis

Con la llegada de la menopausia, debemos cuidar otros factores...

La osteoporosis es una de las enfermedades más comunes y más recurrentes cuando se habla de menopausia, aún así, es importante saber lo siguiente: durante el climaterio las mujeres suelen perder entre un 2 y un 5 por ciento de su masa ósea, mientras un 50% de la masa ósea se pierde a lo largo de toda la vida y antes de que llegue la menopausia. Esto nos indica que la mayor incidencia de rotura de cabeza de fémur y problemas óseos es más por el «andar senil» y la mala visión (porque provocan caídas), que no por otra cosa. Aún así, es cierto que si a eso le añadimos más desgaste, aún empeoramos más la situación.

A parte de tomar calcio, también hay que tomar magnesio, boro, vitamina D y C, y oligoelementos, y no hay que olvidar el ejercicio; la suma de todos estos factores es, sin duda, un buen remedio. También se ha comprobado que la depresión favorece la osteoporosis, seguramente debido a los elevados niveles de cortisol. Hay que dejar de fumar, de tomar productos con fosfato (como los refrescos con Cola), reducir el consumo de alcohol y limitar la cafeína.


Menopausia y aumento de peso

Una de las grandes preocupaciones en la mujer

Un alto porcentaje de mujeres aumentan de peso al entrar en la menopausia, principalmente debido al cambio hormonal que hace que aumente el tejido adiposo. Otro factor importante es que si la mujer sufre ansiedad, irritabilidad o depresión, suele buscar refugio y consuelo en la alimentación, y esto, añadido a que tenemos una vida cada vez más sedentaria, contribuye también a dicho aumento. La toma de antidepresivos o la hormona sustitutoria también favorece a tener obesidad. Se ha descubierto que la toma de progestágenos hace enlentecer el movimiento peristáltico, produciendo mayor retención de líquidos y problemas en la vesícula biliar. Esto hace que el alimento esté demasiado tiempo en los intestinos y que genere flatulencias, distención abdominal y estreñimiento.


Síntomas frecuentes según la Medicina China

La deficiencia de Yin en los riñones con aumento de Yang en el hígado que provoca sofocos, acaloramiento en las manos, los pies y en la zona del pecho, desasosiego, falta de fuerza motriz, problemas de concentración e incremento de la tensión arterial. La carencia de Yang en el bazo y los riñones, en este caso, las mujeres notarán las manos y los pies fríos, habrá tendencia a tiritonas, a padecer frío, decaimiento, cansancio, vértigo, dolor lumbar, edemas y flujo acuoso. Y la deficiencia de Jing en los riñones, menos común. En este caso, la sensación de frío es intensa en la zona inferior y de calor en la zona superior del cuerpo. Habrá vértigos, dolor de espalda y zumbidos en los oídos.

La combinación de acupuntura, una buena dieta y la toma de infusiones, logra en la mayoría de los casos muy buenos resultados.



Referencias:
1. Vivir bien la menopausia. Carolyn Chambers Clark, 2010
2. Medicina Natural para la Menopausia. Dr. M. Pros, 2006
3. Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. Dra. Christiane Northrup, 2006
4. Medicina Tradicional China para mujeres. Dra. Sabine Patzek, 2003
Xavier Turell Nebot

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