Fibromialgia

En españa, entre el 1% y el 3% de la población padece dicha enfermedad.



fibromialgia
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La palabra fibromialgia proviene del latín “fibra” refiriéndose al tejido fibroso, del griego “mio” que significa músculo, y “algia” que significa dolor. Dicha enfermedad fue muy controvertida en sus orígenes, y no fue hasta 1992 donde la fibromialgia fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Se trata de una enfermedad frecuente en nuestra sociedad, que afecta más a las mujeres que a los hombres (seis mujeres por cada hombre). Veamos, en este breve artículo, qué podemo hacer si la padecemos...



Síntomas más habituales:

El dolor es el síntoma más común

Sus síntomas más característicos son: dolor crónico, fatiga y alteraciones del sueño. En realidad, más que una enfermedad se trata de un conjunto de síntomas focalizado en un dolor intenso, que está situado en amplias zonas del cuerpo. Las más frecuentes son: cervicales, trapecios, hombros, brazos, lumbares, caderas y muslos; aunque también puede haber dolor en muñecas, manos, tobillos, pies, o en las rodillas y los antebrazos.

La persona suele describir que le duele todo el cuerpo, y las sensaciones son varias: rampas, hormigueos, sensación de quemazón, pinchazos… En todos los casos, hay que comprender que el reposo siempre es perjudicial. Alrededor de un 80% de los casos tienen una sensación de cansancio a lo largo del día. El esfuerzo físico es doloroso, y por ello prefieren no moverse, aumentando la rigidez articular y la disminución del tono muscular. La sensación de malestar hace que el estrés aumente, la persona duerme menos (teniendo períodos más reducidos de sueño profundo), y pueden surgir otros síntomas como: mareos, migraña, dolor menstrual, etc.




Tratamiento:

Algo que no resulta nada fácil...

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Actualmente no se dispone de ningún medicamento que cure la fibromialgia. La finalidad médica irá dirigida a mejorar sus síntomas y a reducir su intensidad; y, aunque el tratamiento farmacológico es uno de los pilares para su mejora, también lo son el ejercicio físico y la terapia cognitivo-conductual. Mucha medicación como, por ejemplo, los antiinflamatorios, los antidepresivos, los sedantes o los ansiolíticos, no han demostrado ser eficaces. Sí pueden serlo los llamados neuromoduladores, utilizados para tratar el dolor neuropático. A nivel médico, la fibromialgia se trata bajo dos aspectos importantes: disminuyendo los mecanismos de transmisión del dolor, y aumentando los mecanismos de control e inhibición de dicho dolor.



Tratamiento psicológico:

Algo que no debemos olvidar

El tratamiento psicológico también suele ser de gran ayuda en la fibromialgia. Nos ayudará a establecer objetivos, a planificar un programa de actividades y descansos, a aprender a superar los pensamientos negativos, a consolidar logros, y a prevenir las recaídas. Aún así, de todos los estudios realizados, sabemos que el ejercicio aeróbico es el que presenta más efectos beneficiosos en la fibromialgia; y, al hablar de ejercicio aeróbico, me refiero también a caminar, bailar, hacer natación, montar en bicicleta, correr… Se recomienda que la práctica de cualquier de estos deportes o actividades duren de 20 minutos hasta una hora, realizándolos de tres a cinco días a la semana.

Si el dolor y el cansancio es elevado, comience con 10 minutos y vaya incrementando unos cinco minutos cada vez, hasta la media hora o más. En casa, divida las tareas y no quiera hacerlas todas de golpe. Simplifique sus actividades, adáptese a los objetivos reales y posibles en cada situación, establezca prioridades y equilibre el tiempo de actividad y de reposo. ¡No se exija demasiado!




Consejos de utilidad:

La suma de pequeños factores positivos, siempre nos benefician

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Es importante organizar las actividades diarias, y concentrar las más intensas en los días donde el dolor sea más leve. Dejar un tiempo prudente de descanso entre una actividad y la otra, y no querer hacerlas todas de golpe. La planificación, dependiendo del estado en que esté cada uno, es fundamental. Llevar una alimentación adecuada y evitar el sobrepeso. Realizar ejercicios suaves, no llevar mucho peso, y evitar pasar demasiado tiempo de pie o en la misma posición. Así mismo, debido a que los estados de ansiedad sólo consiguen complicar la situación, es importante relativizar los problemas que vayan surgiendo y encontrar un equilibrio entre lo que uno quiere hacer, y lo que puede hacer.




Pequeñas ayudas:
acupuntura
A continuación, os pongo una serie de alimentos que podrían ayudarnos a encontrarnos algo mejor y que podemos incluir en nuestra dieta habitual:

● La rúcula, gracias a su sabor amargo tonifica el hígado. Y sus hojas son ricas en clorofila ayudan a desintoxicar la sangre.

● El ajo, gran antiinflamatorio gracias a sus compuestos azufrados.

● La cúrcuma, otro gran antiinflamatorio, además de desintoxicante del hígado. Recuerda, la cúrcuma debe tomarse siempre junto a un poco de pimienta negra para que pueda ser correctamente absorbida.

● La manzana, las cebollas, tienen quercetina, una fitonutriente antioxidante que ayuda a reducir la inflamación.

● Las semillas de chía y el aceite de lino, nos aportará omega-3 de gran importancia para nuestro organismo.

● El chucrut, nos aporta microorganismos que beneficial la flora intestinal. Fibromialgia síntomas.



Permeabilidad intestinal:

Un factor que también deberíamos tener en cuenta

Algunos autores aseguran que una de las causas probables de la fibromialgia sea la hiperpermeabilidad intestinal. Así pues, tan importante es combatir la inflamación como mantener las paredes intestinales en buen estado. ¿Qué podemos hacer? Pues mantener una alimentación lo más rica posible en verduras, grasas saludables, fibra; y eliminar los cereales refinados, al azúcar, el alcohol, etc. Como decía anteriormente, cualquier tipo de fermentado siempre será beneficioso para la microbiota de nuestro intestino. La vitamina D posee una acción antiinflamatoria e inmunoestimulante. Así que, tomar el sol, en tiempos controlados, puede sernos de gran utilidad.



Medicina China y masajes:

Dos terapias que nos aportan grandes beneficios

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Desde el punto de vista de la Medicina China, las causas de la fibromialgia son varias. Suelen tenerse en cuenta factores como el estrés emocional, un trabajo físico intenso o una dieta irregular, que suele facilitar la invasión de factores patógenos externos, sobretodo de humedad. Estos factores suelen desencadenar en un estancamiento del Qi y producir éxtasis de sangre, que afecta a los meridianos tendinomusculares y provoca un dolor intenso y punzante. En realidad es algo más complicado, pues suelen combinarse síndromes de plenitud y vacío, y encontramos casos con humedad y deficiencia de Yang de Bazo o Riñón, deficiencia de Yin de hígado, etc… En todos estos casos, la acupuntura ha demostrado obtener buenos resultados en el tratamiento de la fibromialgia.

También hay evidencias de que el masaje y otras técnicas con calor suelen reducir mucho el dolor y mejoran el estado del paciente. Por eso, cuando en mi consulta realizo una terapia con alguien que sufre FM suelo combinar la Medicina China, el masaje, y el calor (ya sea a través de lámparas TDP, moxibustión directa o indirecta, etc.), dando muy buenos resultados cuando, además de todo ello, la persona mantiene una buena dieta y una pauta de ejercicios. Como suelo decir, la suma de factores positivos no hace milagros, pero sí que encauza el camino hacia una posible solución.


Xavier Turell Nebot

Fibromialgia



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